Un instructor no solo transmite conocimientos: deja huellas, inspira, transforma.
Y cuando estás formando a futuros formadores, la primera actividad no puede ser cualquier dinámica… debe tocar fibras, despertar vocación y generar comunidad. ✨
Por eso, este rompehielos está diseñado para activar la experiencia previa de los participantes, motivarlos desde el corazón y dar paso a una formación más humana y poderosa. 💪
🎯 Objetivo
- Reconectar a los participantes con su propósito de enseñar.
- Compartir experiencias significativas sobre la enseñanza.
- Fortalecer el vínculo grupal desde el inicio.
🛠️ Materiales
- Hojas en blanco o tarjetas (una por persona).
- Lápices o bolígrafos 🖊️
- Un rotafolio o pizarra (opcional).
- Un espacio cómodo para compartir en círculo.
👣 Instrucciones paso a paso
🔹 1. Instrucción emocional (voz del instructor)
Entrega una hoja o tarjeta y di:
“Antes de aprender cómo ser instructores, pensemos en quiénes nos enseñaron a ser quienes somos.
En esta tarjeta, escribe el nombre o una breve descripción de un maestro, formador o guía que te haya marcado positivamente en tu vida.
Luego, anota qué hizo esa persona que lo hizo inolvidable.”
🔸 Tiempo para escribir: 2 a 3 minutos.
🔸 Si alguien no quiere escribir nombres, puede poner solo “Mi maestro de secundaria” o algo similar.
🔹 2. Compartir en círculo
Pide que, de manera voluntaria, las personas compartan lo que escribieron (1 a 2 minutos por persona).
Como instructor, tú debes ser el primero en compartir tu experiencia para abrir el camino y generar confianza. 💬
🔹 3. Conecta con el propósito del curso
Después de las intervenciones, di algo como:
“Cada historia que escuchamos nos recuerda que enseñar no es solo un trabajo. Es una responsabilidad y una oportunidad de dejar huella. En este curso vamos a desarrollar herramientas, sí… pero sobre todo vamos a fortalecer nuestra capacidad de impactar vidas.”
⏳ Duración total
🕒 Entre 10 y 15 minutos, dependiendo de la cantidad de participantes que compartan.
💡 Tip extra
📌 Puedes recolectar las tarjetas al final y pegarlas en una cartulina con el título:
“Lo que nos inspira a formar”
Así, se convierte en un mural motivacional que acompaña durante todo el curso.
Deja una respuesta