Hoy en día el mundo de la consultoría y capacitación se ha vuelto más y más exigente, es por eso, que debemos afrontar nuevos retos para alcanzar nuestros objetivos.
Retos del instructor
Uno de los principales retos como instructores es tener bien claro que debemos conducirnos con un alto nivel ético, ya que en los últimos años nos hemos encontrado con varias situaciones negativas originadas por esta falta de ética profesional y empresarial. Por ejemplo: las autoridades no han sabido encaminar a buen puerto lo que es la capacitación y beneficios de la misma para sus empleados.
De la misma manera, los dueños de negocio limitan a su gente y no le permiten dejar la producción para seguirse formando y creciendo en cada una de sus áreas laborales; en consecuencia, algunos capacitadores se aprovechan para reducir las horas necesarias de los cursos, emiten constancias sin garantizar el aprendizaje o peor aún, sin cumplir los objetivos previstos, reflejando así, una escasa calidad.
Ahora es un arma de dos filos el ofrecer cursos de baja calidad, porque los clientes quedarán insatisfechos y nunca más nos volverán a llamar para dar seguimiento a sus programas de capacitación empresarial, ya que estarán sintiendo que la capacitación es innecesaria y/o ineficiente.
Seremos capacitadores certificados, y por ende recomendados, solo si tenemos formación metodológica y organización en nuestros procesos de planeación.
Al diseñar un curso, es necesario conocer detalladamente cuales son nuestros objetivos a cumplir, como los vamos a medir y tener claro un plan emergente de manejo del tiempo que dura dicha capacitación.
Del mismo modo, un capacitador certificado debe tener capacidad de síntesis, razonamiento claro y facilidad para comunicar las ideas del curso a los participantes.
Otra de las cualidades importantes que debe tener el instructor, es poder transmitir con su imagen su domino del tema y la capacidad de éxito por la cual transita, para que la gente lo identifique como un modelo a seguir, e incluso lleguen a ser motivantes para ellos las buenas prácticas que logre reflejar durante dicha capacitación.
Instructores certificados
Siendo muy claros, actualmente el mercado exige cada vez más, ya que está conformado por un grupo de profesionales que se informan y comparan cada cosa en la que van a invertir, es por esta razón, que un instructor deberá tener recursos disponibles para garantizar su experiencia en el sector.
Tener un certificado oficial (CONOCER-SEP) avalará siempre la calidad de los servicios que estamos ofreciendo, y en consecuencia, facilitará la venta de nuestros servicios.
Un certificado respalda las habilidades, actitudes, hábitos, valores, destrezas del capacitador, y al mismo tiempo, avala el proceso productivo, ya que éste se basa en un Estándar de Competencia Laboral.
Un certificado nos dará la virtud de que podamos confirmar y comprometernos con el cliente, a que la capacitación que se otorgará a sus empleados o socios atraerá beneficios tangibles, como que: mejorarán sus productos, sus ventas van a cambiar positivamente, su estructura de costos va a mejorar, sentará las bases para vender como una ventaja nuestros cursos.
El mercado exige personas competentes
Por último, queremos dar a conocer que en México se está requiriendo cada vez más personal certificado para el tema de las capacitaciones empresariales. En el mercado se están dando cuenta de que ser competente y contar con las credenciales necesarias hará la diferencia, ya que ofreceremos valor agregado cuando llevamos a cabo procesos adecuados, eficientes y eficaces.
Visita nuestras memorias de certificación: https://www.agder.com.mx/memorias/2015-2016/
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