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Aprender a emprender

Red AGDER

Ser emprendedor es una de las actividades que nadie te enseña en la vida, ya que las aprendes durante tus actividades cotidianas.

La teoría indica que todos los emprendedores deben contar con un plan de negocios, el cual es recomendable que estén monitoreando durante toda la vida del negocio naciente y haciendo adecuaciones para vigilar que la rentabilidad que planearon sea generada.

La idea de emprender algo, siempre atemoriza a las personas que van iniciando un nuevo proyecto. Existen un conjunto de incubadoras en el estado de Guanajuato, pero algunas se salen del alcance de las manos de los emprendedores, ya que por costo se hacen inaccesibles para ellos, ya que conciben el emprendimiento como la generación de un empleo, obvio para ellos, lo cual se traduce en autoempleos.

Las incubadoras se han convertido solamente en escuelas para negocios; el defecto con el que cuentan es el corto tiempo en el cual duran asesorando a los negocios que van iniciando. Es decir, mientras las incubadoras limiten su asesoría solamente a la formación de planes de negocios y la gestión de recursos, no se garantizará la sobrevivencia de los mismos.

El emprendedor vive la tarea diaria de aprender a comprender a sus clientes. Para ello, tiene que emplear herramientas como conocer las características de su producto, las ventajas que tiene sobre los productos de la competencia, los beneficios que tiene el producto para sus clientes, así como el nicho de mercado que atiende.

El área de ventas es la motivación de la mayoría de las empresas, ya que esta hace que genere la producción, almacenamiento, distribución y operación administrativa. En todos los casos, el emprendedor debe contar con un horizonte claro de las metas que requiere para darle vida y dinamismo a su negocio, de lo contrario es andar a la deriva sin una brújula que le permita saber cómo anda en cuestión financiera.

La atención al cliente resulta un tema difícil: todos los negocios deben generar los entrenamientos más adecuados para hacer notar la diferencia con la competencia y generar experiencias de vida que se conviertan a lo largo del tiempo en lealtad de sus clientes.

Si el emprendedor solo compite en precio, tarde o temprano será sustituido por una mejor propuesta. El precio no lo es todo en el mundo de los negocios, solo es el primer atractivo, y es el gancho para que el consumidor volteé a verte.

Esta parte debe ser complementada por las estrategias de promoción, las cuales deben ir desde testimonios de los clientes hasta publicidad a través de los diversos medios. Cada meta de ventas, debe generar un presupuesto de promoción distinto. En todas las conferencias que he asistido, nadie ha enseñado cual es la fórmula adecuada para equilibrar, ni el presupuesto más eficaz. Sin embargo, lo que todos recomiendan es vigilar el éxito de cada estrategia, para que si es necesario, corregir durante el camino y no hasta que se agoten los recursos financieros, ya que estos son limitados.

En la parte de producción, el emprendedor debe involucrarse en las actividades de generación de productos y/o servicios, en ningún momento debe confiarse de contar con la mano de obra suficiente o en la delegación de funciones, lo cual se traduce en un monitoreo constante del cumplimiento de calidad, acuerdos y fechas.

Inclusive, el emprendedor debe saber en qué proveedores debe o no confiar, así como en qué momentos debe utilizar los financiamientos que estos le otorgan y el tiempo en que debe tener con anticipación las materias primas para lograr su producción.

Dentro del almacén, el emprendedor debe llevar controles administrativos que permitan vigilar con oportunidad que se cuenta con las condiciones necesarias para entregar la materia prima al área de producción. Por lo que es indispensable que cada insumo cuente con un lugar y sea acomodado conforme va llegando, para que el primero que llegue, sea el primero en salir.

Durante la producción debe llevarse un monitoreo del momento que inicia la actividad, el grado de avance que lleva y el momento en que llega al almacén de productos terminados, para que en este último lugar se realicen las actividades necesarias que el área de ventas tenga que hacer para realizar la distribución y comercialización.

Todas estas actividades combinadas con la infraestructura del negocio, son la base para la construcción de los costos unitarios y, en consecuencia, la definición del punto de equilibrio.

Un emprendedor debe conocer de manera perfecta sus procesos productivos.

Francis Bacon decía que el conocimiento es poder, por lo que si el emprendedor deja en manos de otros la planeación de su negocio, la ejecución y el monitoreo de su empresa, lo más seguro es que fracase o se tarde un tiempo mayor al que fue planificado en las incubadoras.

Hoy en día, la práctica ha hecho que todo mundo quiera que se hagan planes de negocios para analizar la viabilidad financiera de un emprendimiento. Pero no caigamos en el error, el plan de negocios solo implica lo que un escenario está dejando ver. Siempre habrá viabilidad en un escenario, pero lo que lo convierte en realidad es la perseverancia y la iniciativa que el emprendedor ponga.

Para que un emprendedor sea competente, debe apoyarse de gente competente, fortalecerlos y hacer notar porque son diferentes a la oferta que ya existe en el mercado.

Author

Justo Jacobo

Contador Público, Maestro en Finanzas y Maestro en Auditoría con amplia trayectoria en el sector educativo. Asesor de proyectos incubados y servicios administrativos y financieros. Egresado de la primera Universidad particular del estado de Guanajuato. Participante en el Maratón de fiscal y asesor en el Maratón de Finanzas y Ética profesional. Colaborador en Revista Pymero. Certificado en diversos estándares de competencia.

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