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La evaluación de competencias como un proceso de auditoría

Red AGDER

A lo largo de mi permanencia en el Sistema Nacional de Competencias me he dado cuenta que la evaluación de competencias es un proceso desarrollado no solo para obtener un documento de validez oficial.

Los beneficios se pueden traducir de manera tangible en las empresas que cuentan con personas competentes. Lo que quiero indicar es el hecho de la adquisición de procesos eficientes a través de las personas que trabajan con estándares de calidad.

Nosotros como red de prestadores de servicios debemos buscar la generación de talento humano, consolidación del mismo y, en consecuencia, la venta de servicios. Sin embargo, las empresas pueden descargar los estándares de competencia para entrenar a su personal, limpiar procesos deficientes y generar estrategias que incrementen la productividad de las personas dentro de la organización.

Por lo tanto, el sistema nacional de competencias es un doble premio, que es directo para quien se certifica e indirecto para el ecosistema donde trabajan las personas que ya son competentes.

En AGDER nos hemos distinguido por hablarles con la verdad y evitar la venta de falsas becas o comprometernos con la entrega de un certificado como proceso de la formación del talento humano. Trabajamos de la mano todos los evaluadores y los capacitadores para trascender en las organizaciones y que nuestros candidatos a certificación trasciendan en sus trabajos.

No podemos hablar de una persona competente, si solo es «una garbanza de libra», la competencia laboral se logra viviéndola día a día y en cada momento donde se puede estandarizar un proceso, un desempeño, unos entregables y situaciones de riesgo estamos brincando de la teoría a la práctica.

Este año nos ha forzado a ser más eficientes, más productivos y buscar hacer con menos recursos más de lo que se hacía antes. Cada que estemos trabajando en nuestras organizaciones volteemos a ver que si queremos ser más productivos, es para conservar la plaza de todos, una economía estable y dar certidumbre a nuestras familias.

Al cuidar nuestros procesos, desempeños, entregables y situaciones de riesgo, estamos dándole al mercado un crecimiento geométrico, nuestra buena actitud contamina a los demás, imagínate que puede hacer si educamos con el ejemplo.

Cada que estandarizamos generamos huella en los procesos y estos se pueden rastrear a tal grado que se vuelven procesos auditables y que podemos darle continuidad para buscar la mejora continua.

Una auditoría a los procesos, a los productos y a los desempeños implica dar garantía de nuestra actividad y lo que hace es demostrar la credibilidad de nuestro trabajo en el mercado.

Una persona no es competente cuando unos días lo hace bien y los otros al ahí se va.

Author

Justo Jacobo

Contador Público, Maestro en Finanzas y Maestro en Auditoría con amplia trayectoria en el sector educativo. Asesor de proyectos incubados y servicios administrativos y financieros. Egresado de la primera Universidad particular del estado de Guanajuato. Participante en el Maratón de fiscal y asesor en el Maratón de Finanzas y Ética profesional. Colaborador en Revista Pymero. Certificado en diversos estándares de competencia.

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